Todo cuento que hemos leído, o nos han leído, durante nuestra infancia tenían un final feliz. Un final en el cual el príncipe salvaba a la princesa, o el/ la protagonista conseguía vencer al mal. ¿Pero de verdad existen los finales felices?
Para mi, no existen, es más, me parecen un cliché de cuentos de hadas. Yo no sueño en armadura, ni con el príncipe azul. Mi imaginación va más allá de aquello. Cuando sueño pienso en ser la heroína de mi cuento de hadas. O porque no ser yo la que salve al indefenso príncipe.
Yo no creo en los finales felices, porque para el amor nunca hay un final. Siempre soñé con que ese sentimiento pudiese traspasar a la misma muerte. Confío en que el amor es algo más.
Por eso creo que el amor a la lectura existe. Es una conexión entre tu libro, la historia y tu. Te hace explorar tu mente. Cada uno tiene su gustos. A unos les apasionan los misterios, para otros no hay nada mejor que un buen clásico, y otros prefieren lo filosófico. ¿Qué más da?
Mi razón principal, por la cual creo este blog es para hacer llega a todos un poquito de mi. A través de mis reseñas quiero aportar a todos un poco de cada genero.
Sin más dilación, bienvenidos a mi blog literario.